"Niño mío, hijo, fruta fugaz, manzana en el mar, siempre lo he dicho, milagro instantáneo, doblemente imposible, estoy aquí, en el desorden de tu ausencia, entre los colore, animales, objetos, hierros, ruedas y seres de tu mundo, tan muertos sin ti, juguetes de un sol que apenas los roza, y me mira tu ausencia de todas las paredes, encarnas en fotografías cuando halago el tacto de nada. No estás"
Si me hubieran dicho hace meses que acabaría fascinado por una novela de Francisco Umbral habría bloqueado el intento de persuasión al instante, mirando hacia arriba y reuniendo mis prejuicios alrededor para neutralizar el ataque. Partía con expectativas tambaleantes y debo reconocer que ha valido la pena desde la primera mayúscula hasta el punto final.
Mortal y Rosa tiene un tono variable, se va modulando dependiendo de los pasajes por los que sobrevuela, mengua en existencialismo deglutido y asimilado cuando se asoma al mundo y se intensifica con la candencia de mil fuegos cuando se acerca a la herida: la perdida de un hijo en la más tierna infancia.
Escrito en forma de diario en un monólogo interno cargado de lirismo el autor reflexiona como el que piensa a borbotones. Inspecciona su propio cuerpo y a partir de él revisita el mundo, analiza con precisión cada instante y lo carga de cinismo, recoge la sapiencia acumulada por los escritores a lo largo de los siglos y la vierte en el libro reafirmando sus convicciones y subyace el dolor, un dolor al que nos vamos acercando a medida que vamos avanzando, que va apareciendo gradualmente como si al fondo de un túnel oscuro una luz de neón nos ofreciera los primeros retazos intermitentes de una clínica hasta que la iluminación se hace perpetua y nos abocamos al final.
Deshinibirse para comprender, para crear, descargar el lastre de la cultura y mirar con ojos de niño, dibujar y escribir con un impulso pueril y virgen, dejarse arrastrar por un flujo que somos demasiado cobardes para encarar o frenar y que solo nos queda vivir. El pesimismo que se desprende de las páginas es recalcitrante, las visiones de los instintos humanos desde lo sexual a lo escatológico punzantes pero habla un alma herida en estado de pureza, un alma que se desviste e intenta volver a la infancia, sin conseguirlo del todo pero que percibe las glorias de la infancia a través de los ojos de su hijo. Los avatares del día a día, las transacciones, los contratos, la compraventa no son más que un ruido de fondo, en la infancia está la pureza y la cultura no es más que "la dignificación de la existencia".
Hablar así, primero desde el cuerpo, después desde el fondo del alma con una lanzada sangrante en el pecho que nunca cicatrizará, un recuerdo que baña cada minuto del día supone un ejercicio de honestidad tan magnánimo como encomiable. Un poema en prosa certero, con dientes y garras que va transformando al autor en un ser mal herido y agonizante que se dirige hacia una muerte en vida velada por un recuerdo.
El libro duele, el mensaje queda flotando en el aire hasta que se asienta y se comprende, se vuelve atrás durante la lectura para encontrar atajos a las revelaciones, a los sentimientos hechos palabras de manera inefable, en un sollozo contenido que finalmente estalla y se dirige al niño y más tarde al hijo, al recuerdo mientras se asume el dolor.
Recomiendo muy encarecidamente la obra. Huelga hablar de la dificultad que supone enfrentarse a la prosa de Umbral, cuidada y erudita, huelga igualmente pedir que se superen ciertos prejuicios estigmatizados sobre el autor por razones exógenas a lo literario, solo cabe destacar que se trata de una lectura que produce un cambio en el lector y que por lo tanto merece ser leída.
No me atrae nada, no por lo que cuentas del libro sino por mis prejuicios sobre el autor, no me cae bien y esto sin duda condiciona, en mi caso, que realice una buena lectura. A ti parece haberte gustado bastante, me alegro.
ResponderEliminarYossi tomo nota de tus primeras impresiones, de este ¿dónde me voy a meter? Si te soy sincera no es un autor que me atraiga. Prejuicios, ya lo sé. Pero necesito encontrar la fuerza para superarlos. Besos.
ResponderEliminar¡¡Hola precioso!!
ResponderEliminarCuando leo tus reseñas me dan ganas de leer los libros que nos traes, pero no sé que me pasa con Umbral, no puedo con este hombre, de todas formas, cuando vaya a la biblioteca intentaré buscar este titulo... quizá quede fascinada como te ha pasado a ti. Apuntado queda.
Muchos besos
Tendré que hacer como tú y olvidar mis prejuicios por que la verdad es que el autor no me cae demasiado bien y nunca me he animado a leerlo.
ResponderEliminarUn saludo.
Yossi hoy traes un autor que me crea dudas, como las que tú tenías antes de leer este libro. He intentado leer otros libros suyos y he sido incapaz. Ahora viene la segunda parte, he sido fan incondicional de sus artículos periodísticos, he leído cantidades ingentes. El libro lo tengo en la estantería, le daré una oportunidad viendo que tenías las mismas dudas que yo y te ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creía tener esta novela y la estuve buscando pero no la encuentro. Me interesa porque es su mejor novela. Yo no he escuchado mucho hablar mal del autor pero algo por ahí de su pretenciosidad y sus pullas con otros. Lo cual es secundario para mí, sino leerle. Espero disfrutar y reflexionar de su prosa culta y de su profundidad al respecto de la muerte de un hijo. Un saludo.
ResponderEliminarGuau! Menuda reseña, Yossi. Dan ganas de salir corriendo a por él, a sabiendas que por aquí, pues... No obstante lo apunto para cuando sea. Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPerplejidad y prejuicios. Partimos de la misma sensación frente a la posibilidad de leer a Umbral. Yo por mi cuenta no me lo hubiera planteado nunca, pero ahí tengo "Mortal y rosa", sobre mi mesa de lectura, reclamando atención, aunque parece que no será una lectura fácil y placentera. Gracias por tu reseña y por darme otro impulso hacia su lectura.
ResponderEliminarPufff lo que me costó esta lectura. Posiblemente me influyó que no soportaba al autor, pero me costó ese tono tajante en muchas de sus frases casi imponiéndose al ojo del lector.
ResponderEliminarVi que os gustó a casi todos, yo sufrí una desconexión tremenda con el libro. Cosas que pasan
Besos
Soy de las que tiene prejuicios, lo reconozco, y eso que es una persona a la que seguí en muchas entrevistas y articulos, pero no he leído nada de él. El lirismo al escribir es una cosa que me asusta, en muy pocas ocasiones me gusta, y aunque el argumento me llama, y aunque creo que es de las mejores reseñas que te he leído, no estoy segura de disfrutarlo como has hecho tú. Un besote!
ResponderEliminarPues si la recomiendas así de encarecidamente habrá que darle una oportunidad, porque aún no me he estrenado con este autor...
ResponderEliminarVaya! Yo no pude con el :(
ResponderEliminarBueno, a mí no me gustó, y no pude terminarlo. Lo poco que leí me pareció algo egocentrista, tal vez demasiadas cosas giraban en torno a él..tal vez era su idea del libro, que así fuera... y tal vez no era mi momento.
ResponderEliminarLo que no quita que me parezca maravillosa tu reseña, sobre todo cuando decis:"un dolor al que nos vamos acercando a medida que vamos avanzando, que va apareciendo gradualmente como si al fondo de un túnel oscuro una luz de neón nos ofreciera los primeros retazos intermitentes de una clínica hasta que la iluminación se hace perpetua y nos abocamos al final." (Hasta me dan ganas de intentarlo de nuevo jaja!)
Para decirte que no con tremenda reseña... Voy a tener que no hacerle caso a mis prejucios con este autor y enfrentarme a esta obra.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ahora mismo no estoy como para que me hagan daño, así que si duele me espero, lo apunto para más adelante. Y no he leído nunca a Umbral.
ResponderEliminarBesitos, Yossi
Es un autor que nunca me ha dado por leer, y veo que he hecho mal!!
ResponderEliminarApuntado queda!
Besotes
ResponderEliminarDescubrí al Umbral novelista tarde (era asiduo de sus artículos en El mundo) y con esta novela, me gustó mucho. Te recomiendo La noche que llegué al Café Gijón. Los prejuicios le hacen a uno perderse muchas cosas;libros, películas, lugares, gente...Buena reseña Yossi. Un abrazo.
Apunto la novela porque leo tu comentario (y lo he leído tres veces) y me gusta todo lo que dices..., sin embargo me costará encontrarle ese hueco al autor... me ha pasado con otros autores y, al final, llega un día que entran en mi vida (claro que también los hay que no)... veremos.
ResponderEliminarSólo añadir que él se gano a pulso esa mirada desconfiada...
Un abrazo!!
A mí de primeras no me llama nada, aunque si tú dices que cambió todas tus expectativas... No sé, casi me gusta más la belleza con la que tú lo reseñas que el libro en sí jaja xDD
ResponderEliminarUn abrazo
Estupenda reseña, Yossi, pero no me atrae en absoluto la prosa del autor. Puede que tenga prejuicios, puede que mis intentos de acercarme a Umbral hayan chocado con una pared invisible que me haya impedido conectar con él... Lo cierto es que no creo que disfrutara de la lectura. Me alegra que hayas disfrutado de la experiencia y hayas superado tus ideas preconcebidas. 1beso!
ResponderEliminartiene buena pinta y una sinopsis interesante
ResponderEliminarun beso
Un texto íntimo de introspección, de adentro a afuera. Mucho de lo que aprender de una gran reflexión. Y el lirismo, ayuda.
ResponderEliminarUn beso
Pues a pesar de tus buenas impresiones y de que te haya sorprendido...esta no me la anoto, me impone la dificultad xDD
ResponderEliminarUn beso!
Pues pese a tu magnífica y entusiasta reseña, creo que no me animo con Umbral. No sé si es cosa de esos prejuicios o de que esa visión un tanto cruda y pesimista no es lo que más me apetece ahora mismo.
ResponderEliminarUn abrazote!
Creo que de vez en cuando tenemos que cerrar los ojos y abrir uno de esos libros de autores de los que pensamos que nunca leeríamos y por supuesto este autor y este libro yo pasaría de largo pero no te prometo nada, eso si me propongo hacer eso con cualquier autor al que nunca me acercaría al menos alguna que otra vez al año.
ResponderEliminarQué gran reseña.
ResponderEliminarQué libro, madre mía.. Aún no lo he terminado. Lo voy dosificando por eso mismo que comentas: "habla un alma herida en estado de pureza"... y duele.
Es una obra que sorprende, a mí me ha dejado (me está dejando) enamorado. Nunca pensé que diría algo así de Umbral. Así que los prejuicios no volverán a formar parte a la hora de escoger a un escritor nunca más en mi vida.
Un abrazo
Nunca me ha apetecido leer a este autor, supongo que prejuicios tontos que a veces tenemos. Por lo que dices es una prosa un poco difícil pero cuidada, así que no descarto probar si lo veo en la biblioteca. Un beso
ResponderEliminarEl párrafo con el que comienzas lo dice todo, pese a las expectativas y los prejuicios a veces las excursiones salen más que bien paradas y te hallas. Diría en este caso además de encontrar te has permitido descorrer las cortinas. Una reseña fantástica (esto es frecuente) y un ¡quién lo diría! (de este señor).
ResponderEliminarUn beso :)
Precisamente has ido a comentar una de mis espinitas literarias. Intenté leer este libro hará unos cuantos años para un club de lectura y... madre mía, no conseguí pasar muchas páginas. Una lectura muy complicada, tediosa, imposible de disfrutar. Sí, ya sé que lo que nos cuenta Umbral no es nada disfrutable (la muerte de un hijo no es algo de lo que una persona pueda alegrarse precisamente), me refiero más bien a la forma de narrar, al estilo. He leído libros durillos, crueles y tristes pero no por ello los dejé de leer. Si un libro está bien escrito y cuenta la historia de manera que atraiga y llame la atención del lector a mí no me importa que el libro sea duro. Al contrario, me gusta que me haga sentir y me transmita algo. Esperaba que Mortal y rosa me agradara pero no fue el caso. Quizás le dé otra oportunidad más adelante porque estoy de acuerdo contigo: es un libro que se merece ser leído. Besos!
ResponderEliminar¡Qué bueno! Si teniendo tú prejuicios sobre Umbral, él ha conseguido que hablas así de este libro tan fascinada, me encanta.
ResponderEliminarMe lo llevo, Yossi. ¿Pero por qué os caía tan mal este hombre? No era del vulgo, pensaba por libre, era todo un personaje :D
¡A la mierda con los prejuicios! Acabo de terminar esta grandiosa novela y es el primer pensamiento que me viene a la cabeza sobre un autor al que siempre dejé injustamente de lado, ignorante de mí. No me volverá a ocurrir, uno debería ser siempre su propio discurso con independencia de lo que opinen los demás, ¡joder, que siempre están de más!
ResponderEliminarEn el umbral de mi subsanado error, me saco la gorra, sin morirme ni sonrosarme en el intento de ser elegante, y afirmo, que este libro es una maravillosa, catártica y libre de toda duda, OBRA MAESTRA.-
Gracias por la recomendación, Yossi, creo que fue por aquí (tras leer tu estupenda reseña) donde grabé en la memoria el título de esta obra. El otro día la eché en la saca mensual de préstamos bibliotecarios… ¡Gran elección!