"He visto la maldad humana hasta no saber por qué Dios no ha apagado el sol y se ha ido"
Hasta ahora he leído tres libros de Cormac McCarthy, "La Carretera", "Meridiano de sangre" y "La oscuridad exterior". Debo decir que es este último el que más me ha gustado leer, el que más he disfrutado aun siendo el más críptico de los tres. Disfruté de la prosa del autor, quizás una de las figuras que más admiro a pesar del desafío que supone enfrentarse a sus obras, llegué a ser parte integrante del viaje sin rumbo fijo que supone adentrarse en el paisaje sureño extensamente descrito en las páginas y fui testigo del desarrollo de la trama, no siempre claro, muy simbolista y sobre todo mucho menos minimalista que en "La Carretera"obra que le supuso el Pulitzer. Es un libro fuertemente marcado por le pecado y la penitencia, por un vagar constante por el purgatorio para expiar penas a través de un paisaje inhóspito, de situaciones hostiles a las que asistimos perplejos, a veces impotentes ante la inexorable oscuridad que envuelve la obra de principio a fin. McCarthy es un genio, maneja las más evocadoras descripciones y el uso del dialecto sureño que combina con una maestría asombrosa, la forma en la que está estructurada la novela es un vivo ejemplo. Cada capítulo comienza con un encabezamiento en cursiva que nos presenta a tres hombres avanzando por el territorio, como si fueran una amenaza, describiendo los actos viles de los que son autores y a la vez usando símbolos y metáforas bellísimas para describir el paisaje. Al acabar el texto en cursiva conocemos al resto de los personajes, a Culla y a Rinthy-hermanos- y al vendedor ambulante.
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Montes Apalaches, en la región histórica Sur
de Estados Unidos, lugar donde transcurre la
acción.
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La trama abre con el complicado parto de Rinthy, joven sureña que no llega a los veinte años de edad. Momentos después de haber nacido el niño su hermano Culla lo lleva al bosque y lo abandona allí. Al volver a casa le cuenta a Rinthy que el niño ha muerto a causa del parto y que lo ha enterrado. Cuando Rhinty descubre la mentira y supone que el niño ha sido encontrado por un vendedor ambulante se pone en camino para recuperarlo. A su vez, Culla hará su camino sobreviviendo y buscando a Rhinty, teniendo ambos que enfrentarse a situaciones sórdidas que causarán una gran tensión en el lector. Al principio de cada capítulo aparecerán esos misteriosos hombres y se irá desvelando el terrible secreto que esconden los dos hermanos que parecen abocados a un trágico destino.
Siempre me acerco a McCarthy con temor, no sólo por el miedo de no saber si llegaré al núcleo de la obra sino por las sensaciones que es capaz de transmitir, son retazos que provocan angustia, miedo, un sentimiento de claustrofobia y de desespero. No me cansaré de recomendar el libro pero quizás deban abstenerse todos aquellos lectores que pretendan que el autor lo dé todo hecho; no es el caso. El libro es un pozo sin fondo, las insinuaciones dan lugar a numerosas interpretaciones, el libro fue leído en una lectura conjunta con mis compañeros del Café Literario @gancedo, @LilVia ,y @Offuscatio que redactó una genial reseña. Para mí fue relativamente fácil descifrar las referencias bíblicas y gracias a la lectura conjunta pude ver otras vertientes en la interpretación de la obra muy interesantes. Valoro especialmente y sobre todo la capacidad literaria y el estilo del autor, es, sin duda, uno de los autores de los que más disfruto pese a las dificultades que presenta y espero volver pronto a él con "Trilogía de la Frontera"