viernes, 14 de febrero de 2020

Barbazul, de Kurt Vonnegut

"Estamos condenados a repetir el pasado sea como sea. Eso es estar vivo. Niños más bien densos que no lo han comprendido al llegar a los diez años. La mayoría de los niños no se podrá permitir estudiar en Harvard y estar mal informado"

"Casi cuarenta millones de americanos son analfabetos según el New York Times de esta mañana. Eso equivale a seis veces el número de descendientes armenios en todo el mundo. Tantos de ellos y tan pocos de nosotros"

Todos conocemos el cuento de Charles Perrault Barba Azul. Diferentes versiones de este "cuento de niños" del que ahora se podría hacer una lectura totalmente distinta han sido transmitidas de generación en generación con pequeñas variantes teniendo todas en común a un mosntruoso personaje principal- Barba azul- que asesina a sus esposas por el mero hecho de sucumbir a la curiosidad de lo que esconde una habitación a la que les es denegado el acceso.

La historia de Vonnegut contiene una habitación que esconde algo, una clara alusión casi alegórica al cuento pero la historia sigue por otros derroteros. Antes de descubrir qué esconde Barbazul -el de Vonnegut- bajo llave, el autor nos sumirá en reflexiones filosófico-existencialistas  durante toda la extensión del libro mediante la sátira social, como siempre entre risas y giros de trama inesperados.

Rabo Karabekian, narrador en primera persona del conjunto del relato, pintor y descendiente armenio con un sólo ojo lleva una vida tranquila en su casa a pie de playa. A sus setenta años a poco aspira ya más que a las peleas con su cocinera y a las charlas con su amigo Paul, más caricatura que personaje aunque capaz de las más insólitas y fortuitas flexiones. Un día irrumpe en su vida la joven Circe Berman, una escritora de incógnito que se dirige a él preguntándole cómo murieron sus padres. A partir de aquí comienza el relato de la vida de Karabekian, su historia con la mujeres, había estado casado en dos ocasiones, su formación como pintor del movimiento "abstracto expresionista" bajo la tutela de su mecenas Dan Gregorian, de gran talento aunque arrogante y obsesionado con el fascismo... Karabekian va relatando la historia de su vida a Circe, cuyo objetivo es únicamente la recopilación de información para su próximo libro.

Varios temas son la base de las reflexiones del protagonista. El principal es el proceso creativo  centrado en el arte, el episodio en el que Karabekian conoce a su mecenas en Europa es ineludible, para después transponerlo a la literatura de una forma que recuerda a Filifor forrado de cuero, uno de los soliloquios de Gombrowicz en su obra Ferdydurke. Hay un planteamiento claro sobre lo que es arte y lo que no, sobre las pautas morales que debe seguir el arte y sobre el choque frontal con una sociedad satirizada que obvia el ARTE con mayúsculas para sucumbir al más accesible, encarnado en el que produce Circe Berman que sirve de ejemplo como arte carente de moral aunque exitoso. La sátira social es constante, al mundo universitario, a la sociedad americana y el tema de la guerra es recurrente, algo común a la mayoría de obras del autor. Circe se instala en el hogar de Karabekian que va desvelando su vida, abriéndose cada vez más a ella en un ejercicio de honestidad pero conciliando con celo la llave del granero, lugar donde Karabekian oculta su mayor secreto. La contraposición de estratos artísticos y del público que consume arte expuesta aquí por Vonnegut sigue vigente e intensificada en nuestros días.


Barbazul es sustancialmente diferente del resto de obras de Vonnegut : no pertenece a la ciencia ficción, la trama es del todo plausible lo que me lleva a recomendarla como iniciática para aquellos lectores más escépticos que no se sienten del todo cómodos con este género y quieren probar con el autor. En mi opinión, está a la altura de obras como Matadero Cinco  o Las sirenas de Titán . Ciencia ficción o no, en Vonnegut la trama es una excusa, lo relevante es lo que subyace.

viernes, 7 de febrero de 2020

Más allá del tiempo, de David Grossman

EL CRONISTA:  Sentados y cenando el rostro del hombre se transforma de repente. Con un gesto brusco aparta el plato que tiene delante. Un tintineo de cuchillos y tenedores. Se levanta, se queda de pie y parece no saber dónde está. La mirada de él revolotea alrededor de la mujer sin terminar de posarse, y ella-que ya se ha visto sacudida por la desgracia-lo nota enseguida, aquí está otra vez, ya me está tocando los labios con sus fríos dedos. ¿Pero qué te pasa?-le susurra con los ojos, y el hombre la mira atónito-

 -Tengo que irme.
 -¿Adónde?
 -Adonde está él.

"Y así mi vida, que gustó del sol y de la luna, se parece a algo que no ha sucedido" -ee cummings

"La sonrisa de un payaso en el cráneo de un babuino" -J.L. Borges 


Para poder entrar de lleno en el contenido del libro cabe resaltar, a modo de preámbulo informativo, algunos aspectos bibliográficos del autor. David Grossman, uno de los más destacados escritores israelíes contemporáneos de postura abertamente antibelicista perdió a su hijo Uri en el Líbano a manos de Hezbolá. Grossman publicó días después una carta en memoria de su hijo y firmada por el resto de la familia.
Entre oda y réquiem, entre prosa, poesía y teatro, Más allá del tiempo es una versión desarrollada de la carta de Grossman. Un CRONISTA omnisiciente es testigo del viaje de UN HOMBRE QUE ANDA hacia allí, hacia el lugar en el que yace su hijo muerto después de cinco años de miradas vacías entre él y su mujer, de abrazos de consuelo mutuos cálidos pero inútiles y de la impotencia de permanecer en el aquí tragándose las lágrimas, los gritos y el dolor. De un puñetazo en la mesa y ante las reticencias iniciales de la esposa EL HOMBRE QUE ANDA decide ponerse en camino y dirigirse, sin rumbo fijo, a pasos en círculos que divergen del foco, la casa, hacia el allí que alberga a su hijo con la idea de verlo aunque sea un instante, un segundo, de intercambiar una sola palabra, de trascender el tiempo para estar con él incluso frente a la posibilidad de no poder volver jamás al aquí.

Queda clara la metáfora, Grossman desgrana un proceso de duelo en una ecuación que no da resultado exacto, las variables son desconocidas y no hay fórmula, más que la fe ciega, de despejarlas. La incertidumbre, la inestabilidad emocional y el vago destino se refleja también en el estilo que fluctúa entre un profundísimo lirismo compuesto en prosa en verso y un pragmatismo, generalmente en la voz del CRONISTA en prosa creando así un contraste que se irá rompiendo, pues tanto EL HOMBRE QUE CAMINA, EL CRONISTA y los demás personajes que completan la historia tienen algo en común: la pérdida de un hijo.
Se pone de manifiesto en voz unánime que sobrevivir a un hijo es contra natura y por ello, todos desean llegar al allí en busca de una redención metafísica que compense la pérdida. No son conscientes de que, a medida que caminan, a partir del momento en que entran en acción, comienza el verdadero proceso de duelo, el momento de afrontar la realidad y de dar rienda suelta a lo que llevan conteniendo desde hace ya tiempo.

Con una gran sensibilidad y maestría lingüistica, David Grossman nos hace partícipes de una experiencia propia que se niega a personalizar en su ser y decide, de manera altruista, compartir con la de los personajes que él crea y con el lector potencial que se pueda sentir identificado. No se encuentra en el libro ni una sola línea hiperemotiva, no se excede en el sentimentalismo, todo parte de un nada en el aquí y un posible y fugaz algo en el  allí. Un libro sobre el dolor, sobre la naturaleza del mismo, sobre la sanación, sobre como el ser humano levanta por primera vez la vista del suelo y percibe que el aquí es más extenso que el espacio que rodea los pies y que el allí si existe, es del todo inalcanzable.

jueves, 11 de agosto de 2016

Así en la tierra, de Davide Enia

"Y aquí estoy
al máximo de mi belleza 
aún en pie
con las manos manchadas de sangre"

"Hay dos en el ring.
Uno pesa cincuenta y siete quilogramos, mide un metro sesenta y cinco, tiene veintiseis años.
El otro no se sabe cuanto pesa, no importa cuánto mide, ya crecerá, no le han vendado las manos, se pone los guantes, salta sobre el ring.
Tiene nueve años"

"La abuela dice que saber entrar en una historia es una obra de arte, saber salir, una obra maestra" 






Palermo. Capital de Sicilia. Cuna de la Mafia.Una isla apartada de la península con forma de bota por aguas mediterráneas. Vivir en Palermo implica saber nada como un hombre, vivir en Palermo significa saber pelear como un hombre. La carga de testosterona es alta. El protagonista, Davidú, de nueve años, sube al ring por primera vez cuando las hormonas aún no han hecho irrupción en su carácter. Huérfano de padre, se fija en su tío, Umbertino, un "hombre" viril que le va dando lecciones de vida a la vez que ocupa el lugar paterno, un exboxeador que entrena a jóvenes y que conoció glorias y derrotas en su pasado como pugilista. Un coming-of-age violento, masculino, que desprende sangre, sudor y lágrimas. Golpes en el costado, caras desfiguradas por el impacto de los guantes del adversario y, sin embargo, la prosa deriva en el opuesto: la ternura, la inocencia intrísenca de un niño y de cómo se va resquebrajando a fuerza de combates, a fuerza de dolor físico aunque también moral. Davidù conocerá los primeros aguijones del primer amor, del que se abraza a tientas por el camino de la inexperiencia.
No es la única línea argumental. Davidù vive con sus abuelos, con el abuelo Rosario y la abuela Prudenzia, el primero un prisionero superviviente de la Guerra Colonial en África, la segunda, una profesora que enseña a Davidù lecciones de vida en formas de fábula y declinaciones latinas. Un abuelo que, gracias a su tenacidad sobrevivió para disfrutar del calor de su vejez cuidando un pequeño huerto que mima con el cariño que se le dedica a los bienes más preciados.

Davidù y sus amigos de infancia pasarán por loa avatares de la vida, por las decepciones, por las formas más profundas de amistad. Davidù quiere ser un hombre, quiere ser grande, quiere ser el campeón de Italia y para ello se entrega en cuerpo y alma.

Lo más llamativo del libro es su carácter voluble, bien equilibrado entre la acción sobre el ring, el casi adoctrinamiento del "instinto asesino enseñado al macho" del que hablaba Oriana Fallacci y la inocencia de la infancia, el golpe bajo la mandíbula que supone el paso brusco a la adolescencia y a la madurez precoz. El autor ofrece dos ejemplos opuestos de este paso, el de Davidù, convertido en un joven fuerte y resoluto y el de su mejor amigo Gerrusso, que crece de repente tras una llamada de teléfono.

El escenario es una Palermo sucia, un lugar casi inhóspito al que hay que adaptarse. La novela abarca varias generaciones, empezando por el abuelo, siguiendo por el relato del que fue el padre de Davidù, un excelente boxeador a quien la providencia arrebató la vida y las experiencias del propio Davidù. Episodios violentos, sórdidos en la descripción de la vida en la isla a lo que también se contrapone el autor haciendo uso del humor. Davidù irá creciendo a golpes de puño y de vida, primeros amores, traiciones, mentiras y arrepentimiento en el aprendizaje hacia ser un "hombre".

jueves, 4 de agosto de 2016

La fiesta de la insignificancia, de Milan Kundera

"El silencio llama la atención. Puede impresionar. Te hace enigmático. O te vuelve sospechoso. Y es precisamente lo que Quaquelique quiere evitar. Como durante la fiesta de la que te hablo. Había una mujer muy bella que fascinaba a D’Ardelo. Ocasionalmente Quaquelique se dirigía a ella diciéndole cosas del todo banales, sin interés, vacías, pero a la vez agradables, que no exigían una respuesta inteligente, ninguna vivacidad. Después de un rato, me doy cuenta de que Quaquelique ya no está en la fiesta. Intrigado, observo a la mujer, D’Ardelo acababa de pronunciar una de sus bromas, el silencio de cinco segundos, luego su risa y, después de tres segundos más, los otros lo imitaron. En este momento, disimulada tras la cortina de risa, la mujer se alejó hacia la salida. D’Ardelo, halagado por el eco que su broma suscitó, continúa sus exhibiciones verbales. Un poco más tarde se da cuenta de que la mujer ya se ha ido. Y, porque no sabe nada de la existencia de un Quaquelique, no se explica el motivo. No entendió, y aún hoy no tiene la menor idea del valor de la insignificancia. Y esa es mi respuesta a tu pregunta sobre el tipo de tonto que es D’Ardelo."
No. No es el mejor Kundera, no es el Kundera colosal de "La insoportable levedad del ser" No es ni tan siquiera un buen libro. La crítica especializada no ha tenido piedad con el esperado regreso del escritor checo, el lector habitual de Kundera, sin embargo, sí parece haber encontrado los latidos, esta vez más pausados, más apagados pero muy presentes en esta última obra. Y nos hemos acoplado a su ritmo.
En un collage de personajes y de símbolos Kundera diserta sobre la insignificancia de la vida, eso sí, con su habitual humor, con un desencanto pesimista e irónico que parece ser la única actitud con la que podemos hacer frente al sinsentido de la existencia.
Es imposible hacer un resumen completo del libro, solo se pueden dar ciertas pautas que guíen al lector que quiera aventurarse porque el libro, pese a su brevedad, está plagado de ideas. El símbolo predominante y más reiterado en la obra es el ombligo, parte insignificante de la anatomía que no define a ningún ser humano pero que se convierte en el punto de erotismo de uno de los personajes, hay una historia detrás. Un hombre que descubre que está en excelente estado de salud cuenta a sus amigos más cercanos que las pruebas han desvelado una enfermedad incurable para así significar algo y singularizarse, hacerse único. La historia alguien que quiere morir y acaba matando.
Entre las reflexiones principales Kundera recurre a la alegoría y revive o inventa relatos o situaciones entre los que destacan el episodio de la caza de perdices de Stalin, clara referencia al regimen totalitarista que el autor sufrió, contada en clave de humor y la teoría de los "excusards", término inventado para definir a quien se autoinculpa incluso de lo más banal. Completa alegóricas con un cruce de opiniones procedentes de Hegel y Schopenhauer, contraponiéndolos para tomar con humor la insignificancia.
"La insignificancia, amigo, es la esencia de la propia existencia" No. No es el mejor libro de Kundera, nadie lo afirmaría pero el lector habitual se percatará de que encaja perfectamente en el conjunto de su obra, quizás con menos brillo, pero con su propio latido.

viernes, 1 de julio de 2016

Llega un hombre y dice de Nicole Krauss


"Habló de la soledad humana, sobre la intrínseca soledad de una mente sofisticada, de la que es capaz de razonar y de crear poesía pero que hace aguas cuando se trata de comprender al otro, una mente incapaz del entendimiento absoluto. La dificultad de poseer una mente que comprende pero que nunca será comprendida"

La novela debut de Nicole Krauss no es tan brillante como su genial La historia del amor que está perfectamente tejida y cosida. Sin embargo, la magnífica prosa de la autora neoyorquina ofrece destellos, imágenes evocadoras que muestran un talento quizás aún por madurar pero muy personal y llamativo y que en esta obra suponen el punto fuerte que hace que decidamos obviar las carencias que podamos encontrar a la vez que crea a un magnífico personaje central alrededor del que giran cuestiones y reflexiones cuando el vacío irrumpe en su vida.

Samson Greene camina sin rumbo por el desierto de Nevada. Se trata de un joven profesor universitario que ha sido intervenido de un tumor cerebral benigno cuya secuela principal ha sido la pérdida parcial de la memoria. Tiene 36 años y no recuerda nada de lo ocurrido desde que tenía doce años. Es un caso extraño que los médicos no terminan de explicarse. Cuando su esposa, Anna, lo lleva de vuelta a casa deberá luchar con el hecho de que ella no es más que una extraña para él y tendrá que asumir que su existencia y las experiencias compartidas hayan sido borradas de la memoria del hombre al que ama. Por otro parte, Samson se encontrará viviendo en un hogar que no reconoce como suyo, junto a una persona que no conoce pero que sabe que ama o ha amado y reconciliando pasado y presente, tendrá que recordar episodios trascendentales como su noviazgo y boda con Anna como otros episodios dolorosos, el principal, la muerte de su madre. La memoria de Samson contiene solo doce años de existencia pero "él no se siente como un niño de esa edad" sino como un hombre perdido que se debate entre querer recordar u obviar el lapsus y seguir viviendo.

El día a día se torna desesperante y decide empezar de nuevo, alejarse de Anna  y someterse a un experimento innovador en el que un científico le insertará un recuerdo de otra persona para comprobar si su cerebro es receptivo con la esperanza de poder recuperar los suyos propios perdidos. El centífico actuará con una doble intención, fascinado por el caso de Samson  y por lo que supone vivir sin memoria pero Samson no estará satisfecho con el resultado y entrará en una crisis aún mayor en la que recordará a la Anna que conoce ahora y por la que empezará a desarrollar sentimientos nuevos, sabiendo quien fue ella para él, teniendo en cuenta la situación actual que viven y temiendo el rechazo de ella por no poder hacer frente a renovar unos sentimientos que en él renacen pero que están enraizados en ella desde hace años. El libro cuenta con un epílogo que recoge los sentimientos de Anna y que ayuda a entender su postura.

La idea del libro es magnífica, original y la prosa de Krauss, que muchos critican de guardarLa historia del amor y que encontrarán en este libro los cimientos de una escritora cuyo nombre cada vez resuena más fuerte en el panorama literario actual. Quizás lo que falla en el libro sea la ejecución de la historia, a veces da la sensación de que hace aguas, que se pierde en su heterogeneidad y adolece cierta falta de consistencia. Sin embargo, los destellos de genialidad de los que es capaz la autora empiezan a germinar en esta primera novela, no dudo en recomendarla.

martes, 3 de mayo de 2016

El lobo estepario, de Herman Hesse

"La mayor parte de los hombres no quieren nadar antes de saber ¿no es esto espiritual? y no quieren nadar, naturalmente! Han nacido para la tierra, no para el agua y, naturalmente, no quieren pensar, como que han sido creados para la vida no para pensar. Claro y el que piensa, el que hace del pensar lo principal ese podrá acaso llegar muy lejos en esto, pero ese precisamente ha confundido el agua con la tierra, y tarde o temprano se ahogara."
"El hombre no es de ninguna manera un ser firme y duradero, es más bien un ensayo y una transición, no es otra cosa sino el puente estrecho y peligroso entre la naturaleza y el espíritu. Hacia el espíritu, hacia Dios, lo impulsa la determinación más íntima; hacia la naturaleza en retorno a la madre, lo atrae el más íntimo deseo: entre ambos poderes vacila su vida temblando de miedo





Harry Heller, un hombre de mediana edad, asocial y entregado al deleite de la vida intelectual en su más profunda soledad, está convencido de su dualidad: es hombre y lobo al mismo tiempo. Los hechos acaecidos en su vida lo han obligado a retraerse, a alejarse del mundo haciendo que aflore el lobo que forma parte de su ser. Un encuentro con su antiguo mentor, mediante el que conocerá a una joven por la que desarrollará sentimientos, Armanda,  y por la que a su vez conocerá a su antítesis, Pablo, un músico bohemio y epicúreo provocará que Harry dé un primer paso hacia la vida intentando superar los miedos que lo recluyen a su caverna pero el camino no será sencillo y el paso adelante traerá consecuencias.

Hesse se sirve de un relato fantástico para narrar una crisis existencial atribuida al autor y desencadenante de una obra en el que el protagonista, consciente de su propia dualidad, se bate en un duelo interno consigo mismo. Alquila una habitación en una pensión que sirve como símil perfecto de una caverna en la que el lobo se esconde del mundo. Poco a poco, alentado por los sentimientos que empiezan a germinar por la joven que conoce intentará experimentar los placeres terrenales, no sin contratiempos, no sin miedo a no saber vivir, no sabiendo dejarse llevar del todo por el flijo de la vida. A Harry Heller le queda una última prueba para aniquilar al lobo y ser hombre: la visita al Teatro Mágico, un lugar donde todo producto de la imaginación del hombre acecha tras cada una de las numerosas puertas.

Cargada de simbolismo y con una estructura en la que la que el realismo del relato va girando hacia lo fantástico en episodios alucinatorios y de ensoñación onírica, Hesse explora el alma humana partiendo de dos polos equidistantes que intentan conciliarse en un punto intermedio que suponga la emancipación. Un texto imprescindible, considerado la obra cumbre del Nobel de literatura que explora mediante la mezcla de realismo y fantasía lo esencial de la conducta humana.

jueves, 7 de abril de 2016

Cada día, de David Levithan

"Me levanto pensando en ayer. La alegría está en el recuerdo, el dolor está en saber que fue ayer"


"Quiero que el amor lo conquiste todo. pero el dolor no puede conquistar nada. No puede hacer nada por sí mismo. El amor confía en nosotros para actuar en su nombre"

"Si miras fijamente al centro del universo hay una frialdad ahí. Un vacío. Básicamente no le importamos nada al universo. No le importamos nada al tiempo. Es por eso que tenemos que importarnos unos a otros."

"Está tan perdida en su tristeza que no se da cuenta de lo visible que es"

"Una parte de crecer es asegurarse de que tu sentido de la realidad no está anclado a tu propia mente"




Cada día nos despertamos para vivir un nuevo comienzo, nos vestimos sin reflexionar demasiado en quienes somos, la mayoría de nosotros actuamos de forma robótica hasta el primer café, nos vestimos y ponemos un pie en el mundo. Todos menos A, cada día se levanta con la incertidumbre de cuál será su vida durante las horas restantes del día, vestido de un cuerpo que habitará hasta la medianoche, que tendrá que conocer para adaptarse a las circunstancias personales de cada uno. A salta de cuerpo en cuerpo, de vida en vida, poseyendo el cuerpo de un joven de su edad, a veces hombre, a veces mujer, tratando de no alterar en nada la existencia del cuerpo que habita, adaptándose como el neopreno a la rutina que le es impuesta.

A siempre fue así, siempre ocupa el cuerpo de un adolescente de más o menos su edad, así nació y así ha transcurrido su vida hasta el momento. Todo cambiará cuando, como cabe esperar durante la adolescencia, Rihannon, una chica de ojos azules se cruce en su camino. A partir de aquí, A reflexionará sobre su existencia, sobre las carencias que le vienen dictadas por su condición y por la imposibilidad inicial de hacer germinar el amor que siente por la joven. Varios encuentros surgirán entre ellos, A siempre con un disfraz forzado de apariencia inesperada y Rihannon siempre siendo Rihannon. A no parará de insistir en un punto vital: aun bajo la piel de un jugador de fútbol, de una joven despampanante o de un chico con obesidad mórbida, A siempre es A. Rihannon lo irá comprendiendo poco a poco mediante la conexión visual, mirando uno dentro de los ojosdel otro llegarán a desvelar la esencia de quienes son.

De todas las propuestas coming-of-age, el libro de Levithan resalta por casi rozar la alegoría para explicar las visicitudes que atravesamos durante la adolescencia. Levithan insinúa, crea un símbolo que se transforma en algo conceptual cuando la experiencia posee, del modo en que A. posee cada día un cuerpo, el recuerdo o la identificación inmediata  del lector, provocando una especie de reacción química que altera nuestro estado y hace que nos reconozcamos.

Cada día es una vida, cada día está lleno de detalles, de existencias tan dispares que se entremezclan con la trama esencial, detalles que quedan ya a descubrir por el lector.

Novelilla magnífica, término que acuñé para definir cierto tipo de libros que, a priori parecen no ser excepcionaleso imprescindibles, quizás para muchos no resulten ser más que una lectura olvidable. Sin emabrgo, para mí, como lector, la forma en la que está escrito, las asociaciones de ideas y sobre todo, la búsqueda por parte del autor de posar la mano sobre sentimientos y recuerdos latentes para despertarlos y hacer esbozar una sonrisa o remover levemente la angustia de aquellos años causa un efecto retroactivo, vuevlo a ser quien fui, desde allí miro el resultado de lo que soy ahora y recojo todas las piedras dejadas por el camino y todas amontonadas delante de mí sobre la mesa tengo la sensación de ser más yo mismo.