jueves, 4 de agosto de 2016

La fiesta de la insignificancia, de Milan Kundera

"El silencio llama la atención. Puede impresionar. Te hace enigmático. O te vuelve sospechoso. Y es precisamente lo que Quaquelique quiere evitar. Como durante la fiesta de la que te hablo. Había una mujer muy bella que fascinaba a D’Ardelo. Ocasionalmente Quaquelique se dirigía a ella diciéndole cosas del todo banales, sin interés, vacías, pero a la vez agradables, que no exigían una respuesta inteligente, ninguna vivacidad. Después de un rato, me doy cuenta de que Quaquelique ya no está en la fiesta. Intrigado, observo a la mujer, D’Ardelo acababa de pronunciar una de sus bromas, el silencio de cinco segundos, luego su risa y, después de tres segundos más, los otros lo imitaron. En este momento, disimulada tras la cortina de risa, la mujer se alejó hacia la salida. D’Ardelo, halagado por el eco que su broma suscitó, continúa sus exhibiciones verbales. Un poco más tarde se da cuenta de que la mujer ya se ha ido. Y, porque no sabe nada de la existencia de un Quaquelique, no se explica el motivo. No entendió, y aún hoy no tiene la menor idea del valor de la insignificancia. Y esa es mi respuesta a tu pregunta sobre el tipo de tonto que es D’Ardelo."
No. No es el mejor Kundera, no es el Kundera colosal de "La insoportable levedad del ser" No es ni tan siquiera un buen libro. La crítica especializada no ha tenido piedad con el esperado regreso del escritor checo, el lector habitual de Kundera, sin embargo, sí parece haber encontrado los latidos, esta vez más pausados, más apagados pero muy presentes en esta última obra. Y nos hemos acoplado a su ritmo.
En un collage de personajes y de símbolos Kundera diserta sobre la insignificancia de la vida, eso sí, con su habitual humor, con un desencanto pesimista e irónico que parece ser la única actitud con la que podemos hacer frente al sinsentido de la existencia.
Es imposible hacer un resumen completo del libro, solo se pueden dar ciertas pautas que guíen al lector que quiera aventurarse porque el libro, pese a su brevedad, está plagado de ideas. El símbolo predominante y más reiterado en la obra es el ombligo, parte insignificante de la anatomía que no define a ningún ser humano pero que se convierte en el punto de erotismo de uno de los personajes, hay una historia detrás. Un hombre que descubre que está en excelente estado de salud cuenta a sus amigos más cercanos que las pruebas han desvelado una enfermedad incurable para así significar algo y singularizarse, hacerse único. La historia alguien que quiere morir y acaba matando.
Entre las reflexiones principales Kundera recurre a la alegoría y revive o inventa relatos o situaciones entre los que destacan el episodio de la caza de perdices de Stalin, clara referencia al regimen totalitarista que el autor sufrió, contada en clave de humor y la teoría de los "excusards", término inventado para definir a quien se autoinculpa incluso de lo más banal. Completa alegóricas con un cruce de opiniones procedentes de Hegel y Schopenhauer, contraponiéndolos para tomar con humor la insignificancia.
"La insignificancia, amigo, es la esencia de la propia existencia" No. No es el mejor libro de Kundera, nadie lo afirmaría pero el lector habitual se percatará de que encaja perfectamente en el conjunto de su obra, quizás con menos brillo, pero con su propio latido.

6 comentarios:

  1. No he leído nada suyo pero no me veo con este libro
    Besos

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  2. Es lo que me han comentado otros lectores: que no es de lo mejor de Kundera. " La insoportable levedad del ser" me deslumbró.
    saludos

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  3. Las opiniones están divididas, Yossi. Pero parecen ser los más que no han terminado de enganchar con la propuesta de Kundera. Sólo uno de mis amigos -fanático del autor, hay que decir- le pudo encontrar algunos motivos de recomendación. Pero la llamada 'crítica literaria' ha sido unánime.
    No obstante no ser un partidario de sus letras, quizá en esta ocasión se acerque más a mi lectura. Veremos.
    Un fuerte abrazo, y gracias por reaparecer!

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  4. No sé si me animaría con él, al menos de momento... =)

    Besotes

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  5. Hace siglos que no leo a Kundera (exactamente desde el siglo pasado, jajajaja). Quizá me anime con este, me lo apunto por si acaso...

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  6. Para mí, este libro es un ejercicio de estilo del autor. Sus temas están presentes aunque sea una novela de pocas páginas. Supongo que será su último libro, el epílogo de su obra.

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