sábado, 19 de mayo de 2012

El mar, el mar, de Iris Murdoch

Hilando lecturas, recuerdos y reseñas he pensado en recomendar este libro de la escritora británica, nacida en Irlanda, Iris Murdoch (1919-1999) que tanto me impactó hace ya unos años. No es la novela más representativa ni más relevante de esta magnífica autora, ese título lo ostenta Bajo la red, del que espero elaborar una reseña próximamente. El mar, el mar fue el primero de una larga lista que cayó en mis manos y que hizo que fuera leyendo los libros de la prolífica Murdoch. 

Para empezar es de rigor hablar del estilo  de la autora en general para luego pasar al del libro en particular. Suelen ser tramas complejas, llenas de retazos psicológicos de los personajes que se entrelazan en sus relaciones y crean situaciones impactantes que desembocan en cuestiones filosóficas de toda índole: ideas de trascendencia, cuestiones de moral, el bien y el mal, la libertad de elección a pesar de las trabas sociales... Los temas son, por lo tanto, variados, engloban desde la sátira hasta el humor negro, desde el drama hasta la tragedia, desde lo surrealista hasta lo más mundano, siempre con un fuerte componente filosófico y en muchas ocasiones con fuerte contenido social. En el plano de la forma, Murdoch es intachable, directa y muestra una gran destreza lingüística.

El mar, el mar es una historia de amor, de pérdida, trata el paso del tiempo, la reflexión, la voluntad de olvidar y las obsesiones. Charles Arrowby, un director de teatro decide retirarse de la sociedad para escribir sus memorias. El lugar elegido es abundantemente descrito, con todo tipo de detalles y metáforas esenciales para la comprensión de la trama. Durante su retiro se reencuentra por casualidad con su primer amor, a la que no ha visto desde su primera juventud. Comienzan en este punto a resurgir vívidos recuerdos que desembocan en obsesión y que, motivado por el egoísmo y el egocentrismo lo conducen a pasar a la acción y a actuar de una forma desesperada y sorprendente.

"Las emociones solo existen realmente en el fondo o en la cima de la personalidad. En el punto medio son actuaciones. Por esta razón el mundo es un escenario"
"Por supuesto, estaba enamorado de mi propia juventud... ¿Quién si no es nuestro primer amor?"

Estos dos momentos de reflexión ayudan a entender la fluctuación psicológica de Arrowby, que es, por sus rasgos, un perfil recurrente en la obra de Murdoch.

Por último, y para recopilar algunos datos biográficos de Iris Murdoch, remito a la película Iris, de 2001, dirigida por Richard Eyre e interpretada por Kate Winslet, en el papel de Iris en su juventud, Judi Dench, Iris en su edad adulta y Hugh Bonneville y Jim Broadbent, en el papel del escritor John Bayley, compañero sentimental de la autora.

Iris Murdoch es una universitaria independiente, de carácter dominante y jovial que demuestra un talento indicutible para la escritura y la filosofía. Su antítesis es John Bayley, un universitario apocado y frustrado que no demuestra el mismo talento a pesar de sus múltiples intentos.

Murdoch y Bayley se casan. Él vive los éxitos de esposa con resignacion  a pesar de haber desarrollado una carrera propia aunque no tan exitosa. Todo cambia cuando Iris empieza a notar  como su salud se deteriora, ya no escribe con la misma soltura, ya no encuentra la palabra exacta con tanta facilidad, en la película vemos, en un giro artístico, como, al estar escribiendo, después de mucho esfuerzo da con la palabra que estaba buscando: aturdida. Su salud se va deteriorando a causa del Alzheimer.

Recomiendo la película a todo el que, habiendo leído la obra de Murdoch, quiera conocer la personalidad de esta autora. Hay momentos emocionantes y destaco uno en especial que nunca he olvidado: la recuperación de un momento de lucidez a través de un cristal.

Recomiendo, en general, la obra de esta autora, sobre todo a los que disfruten de tramas enmarañadas con fuerte contenido psicológico y filosófico y en particular a los que disfruten de un estilo literario elevado pero a la vez fluido que puede que siempre guarden como referente.


7 comentarios:

  1. "Lo que escribí antes, lo escribí en agua"
    Dicen que todos los lectores somos un poco presumidos de conocer libros que nadie mas lee, hoy sacas uno de esos libros que, al leerlo, pensamos que nadie más lo ha leído antes. O al menos esa fue mi sensación mientras acompañaba al protagonista en busca de sus recuerdos de juventud.
    Me encantó, me alegra que lo compartamos.
    Besos

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  2. A mí también me alegra que lo compartamos. Aún me quedan varios libros de esta autora por leer, me gusta mucho su estilo. ¿Tú has leído alguno más? Espero poder añadir más reseñas. En este se sigue la tónica del personaje poderoso que cree ser capaz de todo pero al final.... Muchas gracias por el comentario y me alegra saber que compartimos el libro y que además te encantó. Besos.

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  3. De esta autora sólo he leído otro libro, El príncipe negro. Otro personaje inolvidable además directamente relacionado con el mundo de la literatura.
    Igual que en este que traes, me pareció un libro muy bonito de leer. Hablas de tramas enmarañadas, en este, tardando en arrancar y mezclado con costumbres, hace un poco lo mismo con la trama.
    Tengo que seguir leyendo a Murdoch, me lo has recordado. Gracias.
    Besos

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  4. "El príncipe negro" es uno de mis preferidos de esta autora y sí, son parecidos en estilo, descripciones muy bien escritas hasta que se va adentrando en la trama y lega al principio de la acción. Si sigues un día con Murdoch avísame y leemos juntos. Gracias por el comentario. Besos.

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  5. Aquí he llegado con sumo retraso; pero, tras terminar El Mar de Banville, quería descubrir ese puente que has establecido entre las dos obras. Efectivamente, aunque no compartan el escenario, ambos autores comparten una misma línea temática (y curiosamente los dos son de nacionalidad irlandesa). A mí, personalmente, Banville se me hizo algo pesado. Llevaba tiempo esperando un momento en que me apeteciera adentrarme en una historia de esta naturaleza, pero no creo que haya encontrado esa gran novela. Seguramente, algo se me escapó. Un abrazo,

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    1. Sin ánimo de ser pesada, ¿has pensado en que también existe una fuerte conexión con "The sense of an ending", de Barnes? Dos premios Booker, dos libros sobre la memoria y los recuerdos.

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  6. :) Me hace gracia leer esta entrada ahora, por lo distinto (se nota el tiempo que ha pasado de blog) pero igualmente genial la entrada, muy clara la recomendación, razones y virtudes de la autora ¡y la película! lo llego a saber y vengo antes, me llevo Bajo la red, El sueño de Bruno me ha gustado más que Henry y Cato pero uno no desmerece al otro, es por preferencia.
    (Dylan cuando supuestamente era una gata iba a ser Iris por ella, al final es Dylan por Thomas, ya, un poco frikada...).
    Un beso :-)

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