lunes, 28 de enero de 2013

La senda del perdedor, de Charles Bukowski

Finalicé mi periodo de relecturas de 2012 con La senda del perdedor, de Charles Bukowski, que leí hace años justo después de terminar Factotum, del mismo autor, con impresiones similares, quizás menos impresionado que en la época de la primera lectura pero casi con el mismo sabor de boca.

"El problema era tener que seguir eligiendo entre un mal y otro y daba igual lo que eligieras te iban cercenando a pedazos hasta que no quedaba ya nada. A los 25 todo el mundo estaba acabado. Una jodida nación entera de gilipollas conduciendo coches, comiendo, teniendo bebés, haciéndolo todo del peor modo posible como votar por el candidato presidencial que más les recuerda a ellos mismos"

Irreverente, directo y sin ningún tipo de interés por embellecer la prosa, Charles Bukowski nos presenta a Hank Chinaski, personaje recurrente en sus novelas y álter ego del autor con el que alcanza cotas de similitud evidentes. Bukowski y su obra se consideran por muchos máximo exponente del Realismo Sucio, no encontraremos metáforas ni proezas artísticas y la narrativa se verá reducida a la más pura expresión minimalista.

La novela narra la vida de Hank Chinaski y su paso a la edad adulta a través de una pubertad conflictiva. Nacido en Alemania, se instala con sus padres en California en un barrio pobre y desarrolla, inicialmente, un interés por los deportes frustrado por las exigencias de su padre, que lo obliga a realizar trabajos caseros imponiendo una moralidad y disciplina de la cual él mismono sirve como ejemplo representativo: el señor Chinaski pierde su trabajo y finge que aún lo conserva abandonando el hogar todos los días por la mañana y volviendo por la noche para evitar el qué dirán además de pagar sus frustraciones con su hijo dándole palizas injustificadas e interponiéndose en sus planes. Pronto Hank Chinaski desarrollará una personalidad conflictiva, sarcástica y nihilista y se sentirá alienado por lo que acontece a su alrededor. Será un joven problemático que tratará de imponerse usando los puños y la violencia física tanto en los deportes como con compañeros de colegio e instituto, nunca confiando plenamente en sus capacidades y con un obsesivo interés por el sexo y el alcohol. Es fácil deducir que el libro destila una omnipresente dosis de testosterona casi de principio a fin que lleva a los protagonistas a participar en algunos episodios de una sordidez extrema, escenas que no se olvidarán jamás y que hacen con que muchos reduzcan el contenido y mensaje del libro a un par de anécdotas que, en el conjunto de la obra, no tienen mayor trascendencia. El carácter inadaptado de Chinaski se ve más pronunciado cuando un terrible ataque de acné le deja "la cara deformada", provocando que se sienta en inferioridad de condiciones con respecto a los jóvenes ricos y más agraciados en su relación con el sexo opuesto.

Es muy intresante como Chinaski se va cruzando con personajes, profesores, alumnos, compañeros de trabajo e incluso una enfermera y como su mente analítica conforma un retrato sobre ellos, la mayor parte de las veces negativo, salvo en una ocasión que supone, quizás, el único momento emotivo de todo el libro.

Veremos también cómo Chinaski se inicia como escritor y nos ofrece su visión sobre algunos autores americanos. Debido, en parte, a su exclusión social y a sus esfuerzos por forjarse como "un chico duro" empezará a descubrir los libros de Sherwood Anderson, D.H. Lawrence y James Thurber, a los que admirará por su estilo directo y prosa sin tapujos y que contrapondrá a escritores como Thomas Wolfe , que deshechará y atacará por su prosa más lírica y elaborada.

El contexto histórico-social también queda bien representado. Estamos en la época de la Gran Depresión y el libro culmina con el ataque japonés a la base de Pearl Harbor. Como vemos en la cita que inicia la reseña, hay una fuerte crítica social a los valores que se atribuye a la sociedad americana y a la doble moral.

Me temo que estamos ante una novela difícil de recomendar, no es apta para todos los públicos aunque , a pesar de todo, me gustaría hacerlo, recomendarla sin tapujos, proponer, quizás, a los más sensibles, que obvien los episodios más sórdidos y escabrosos y se centren en lo que el autor cuenta y denuncia aunque sin saber muy bien por qué. A veces hay que tomar las cosas como son y no intentar cambiarlas para poder afrontarlas y este podría ser un caso. Es realismo sucio y Bukowski, a través de este movimiento, logra transmitir un mensaje y lo consigue a la perfección.

lunes, 21 de enero de 2013

Ruido de fondo, de Don deLillo

Nunca he entendido, y menos compartido, la mala costumbre de cambiar los títulos de los libros a la hora de traducirlos al castellano. Ruido de fondo, como título, se ve desprovisto del significado que Don de Lillo le concede en su versión original, White noise, Ruido blanco, que además aparece en la trama perfectamente explicada en ambas versiones.

"Atila no tuvo debilidad de espiritu. No tuvo el sentido de la ironía de la existencia humana, que somos la forma de vida más alta en la tierra pero, sin embargo, estamos indescriptiblemente tristes porque sabemos que vamos a morir"

A todos nos asaltan los miedos, una angustia que oprime el pecho, que produce sudores fríos, un sentimiento de impotencia ante una adversidad desconocida que amenaza con dañarnos, con hacer tambalearnos y perder la estabilidad, hacernos caer para quizás nunca más poder levantarnos. Miedos pasajeros, miedos ocultos en el alma que resurgen ante algún estímulo, miedos irracionales, transmitidos de generación en generación, infundidos. Sin embargo, la forma suprema del miedo que engloba estas características, a la que se añade la total impotencia de hacerle frente es, sin duda, el miedo a la muerte. Muchos y variados son los remedios a los que se acomete gran parte de la sociedad para retrasar el último instante de vida aunque sepamos que es ineludible. Algunos doman el miedo a la muerte con más destreza que otros que se dejan consumir por él abocados a un estado de desesperación en el que las respuestas portadoras de consuelo no bastan y cualquier remedio contra el terror que produce la idea del final de nuestros días es acogido sin condiciones y nos dispone además a entregar mucho más de lo que habríamos deseado.

Y si no podemos luchar contra la muerte, ¿podemos luchar contra el miedo a esta? Don deLillo nos adentra en una trama en la que asistimos a la vida de una familia norteamericana, los Gladney- Jack, Babette y sus hijos, algunos nacidos en matrimonios anteriores de ambos  Jack y Babette, ya en la madurez, parecen haber encontrado la estabilidad y el equilibrio. Jack da clases en la universidad, lugar donde comparte divagaciones filosóficas con Murray, un excéntrico amigo con opiniones subversivas que nos inducirán a pensar sobre la existencia humana y Babette, cuyo único problema aparente es su ligero exceso de peso y que pasa parte de su tiempo libre leyendo revistas sensacionalistas a invidentes como bien social.
Babette comienza a comportarse de un modo poco habitual, sus lapsus de memoria son cada vez más frecuentes lo que alerta su esposo, que descubrirá que Babette toma unas misteriosas píldoras llamadas Dylar. Pronto Jack establecerá una relación entre estas píldoras y el extraño comportamiento de su mujer que lo llevarán a descubrir que el medicamento es un innovador experimento que desactiva el miedo a la muerte producido en una zona particular del cerebro . El descubrimiento y posterior investigación de Jack romperán todos sus esquemas  en pedazos y tendrá que hacer frente a una realidad inesperada: lo que ha dado Babette a cambio de la desactivación artificial de sus temores.

Un matrimonio con un miedo atroz a la muerte que se cuestiona si uno prefiere la muerte del otro antes que la suya propia para evitar el sufrimiento de la pérdida como línea temática complementaria a una paralela que trata sobre un derrame que produce una nube tóxica a la que Jack es expuesto, implantando así una potencial cuenta atrás en su organismo, hecho que provoca este tome las riendas y se decida a investigar qué hay detrás de Dylar y qué puede explicar muchas de las cuestiones trascendentales que nos planteamos.

A grandes rasgos, estas son las líneas temáticas de un libro repleto de reflexiones del resto de personajes secundarios. Murray teorizará sobre qué ha hecho la sociedad hasta nuestros días para esquivar la muerte,  Heinrich, hijo mayor de Jack, dotado de una gran inteligencia teorizará sobre el libre albedrío, la enajenación mental y sobre cómo quizás no somos dueños de nuestro pensamiento y su amigo Orest, un joven temerario que entrena para sumergirse en un tanque lleno de serpientes venenosas sacará a Jack de sus casillas por no comprender cómo el miedo no se hace presa de él.

El libro contiene puntualmente cierto tono satírico que versa sobre la sociedad de consumo, la televisión, el exceso de información en los medios y la religión, episodio en el que la sátira llega a sus cotas más altas cuando Jack intenta comprender la trascendencia a través de una monja atea.

Encontraréis opiniones mixtas sobre este libro de Don deLillo publicado en 1985, considerado por muchos como un best-seller sin demasiada relevancia y por otros como casi una obra de culto. No obstante, hablamos de una de las novelas claves del postmodernismo americano y sobre la novela que supuso el primer éxito a gran escala del autor estadounidense.Por mi parte, creo que es una novela absolutamente recomendable, de especial relevancia en el estilo del autor y muy representativa siempre que queramos abrir la puerta del umbral de lo desconocido y tratar de atisbar, sin pasar al otro lado, el hecho universal, el último destino que todos los seres vivos compartimos..

lunes, 14 de enero de 2013

Primavera sombría y El hombre jazmín de Unica Zürn

@Offuscatio tuvo la genial idea, hace unos meses, de adentrarse en la obra de Unica Zürn (1916-1970), poeta, pintora y autora alemana perteneciente al surrealismo cuya vida estuvo marcada por una profunda depresión que la llevó al suicidio y que fue la principal fuente inspiradora de su manifestación artística. 
Su vida privada es de especial importancia para comprender su obra. Se casó con Erich Laupenmühlen, un hombre de negocios con el que tuvo dos hijos que fueron confiados a la custodia paterna debido a la fragilidad mental de Unica. Más tarde se casó con Hans Bellmer, después de haber trabajado para diversas publicaciones como escritora y es en este momento en el que entra en contacto con el círculo intelectual surrealista. Varios escritores, entre los que destaca Henri Michaux, se convertirán en amigos y referentes. Unica empezará la creación de sus famosos anagramas y de sus dibujos a tinta china incluso estando recluida en hospitales psiquiátricos, siendo Michaux quien le proporciona los materiales necesarios. Después de una hemiplejia incapacitante que sufre Bellmer, Unica publicará Primavera sombría y El hombre jazmín, las dos novelas de las que nos ocuparemos en esta reseña.

Primavera sombría (1969)

 ... o la muerte de un mundo en flor.

"Ella querría vivir siempre a la espera. Con un beso todo llegaría a su fin. Con un segundo beso todo se convertiría en una costumbre"

Una niña fascinada por su padre al que adora y descuidada por su madre a la que odia se enfrenta a las inseguridades de una adolescencia a punto de manifestarse. La figurita de marfil a ojos de su padre es frágil y vulnerable, insegura y temerosa aunque muy consciente del mundo que la rodea. La fascinación por las características atribuidas al género masculino, encarnadas en todos los hombres blancos- término que tomará su forma final en la novela El hombre jazmín- su padre, un profesor y en última instancia, un monitor de natación, la llevan a abstraerse en pensamientos que ella no llega a comprender pero que no puede evitar y que la van arrastrando hasta un punto culmen donde deberá tomar una decisión para que el objeto de su deseo, nunca materializado, no perezca . La abstracción la obliga a refugiarse en su propia imaginación para soportar su propia existencia, , "la impureza del pensamiento infantil" contrasta con los juegos inocentes propios de su edad y la niña sin nombre sigue caminando por una senda, descubriendo una primavera sombría en la que es capaz de percibir los campos en flor aceptando que "la vida sin la desgracia es insoportable" con una obsesión que nubla su mente: la preservación a toda costa de una pulsión interna que da sentido a su vida pero que no es capaz de abarcar con sus brazos.

El hombre jazmín (1971)


... o el escrutinio de un "yo" bifurcado

Unica Zürn  se bifurca, se debate entre la locura y la cordura y se desmarca de su propio ser para ser vista por ella misma, primeramente desde una distancia, más tarde desde una cercanía sorprendente; un yo que observa a otro yo y que se va conjugando

"Nada puede ocurrirnos porque no podemos ocurrirnos a nosotros mismos"

El hombre jazmín  es "la visión del amor", una bestia blanca, gigantesca de ojos muy azules que se va equiparando con muchos de los hombres trascendentales en la existencia de Zürn. El término que designa una alucinación recurrente de la autora enlaza a la perfección con los hombres objeto de fascinación de Primavera sombría, seres que significarán su salvación, su redención. En esta novela, totalmente autobiográfica conocemos el trascurso de los ingresos de Unica en clínicas psiquiátricas en las que experimentará vivencias que describirá con todo lujo de detalles. Quizás lo más fascinante del libro sea la total lucidez con la que está escrito, en pleno conocimiento de su enfermedad, relatando episodios sobre sus propias crisis y detallando los escenarios en los que ocurren con una perfección absoluta: así, aparecerán los lugares que la autora frecuentaba tanto en su país natal como en París (la calle Mouffetard...) Escrito en un tono místico, con referencias al Tai-Chi y a la´numerología con un sentido casi cabalístico, con un uso predominante de metáforas, Unica nos relata, de manera magistral y más madura estilísitcamente que en Primavera Sombría, el proceso de la espera, la espera de ese ser que la salvará, que le habla y que domina su voluntad. Un testimonio desgarrador sobre la locura, sobre la lucidez y la cordura, sobre una búsqueda infinita, representada por el número ocho y el devaneo entre la vida, representada por el número 9 (con la cabeza hacia arriba) y por la muerte, representada por el número 6 (con la cabeza hacia abajo). Binomios, dos en uno, la que ve y la que es vista, la lúcida y la presa de la locura, indisolubles, indistintos, imposibles de salvar.

Recomendar a una autora como Unica Zürn no es sencillo.Heterogénea en estilo a pesar de su corta trayectoria literaria, críptica y de perturbadora vehemencia nos encontramos ante una lectura compleja que se debe ir desgranando pero que, sin duda, merece el esfuerzo no sólo por el testimonio que ofrece sino por ser de esos libros que indagan en el ser causando que nos veamos a nosotros mismos en los destellos de un espejo del que quizás creemos conocer todos los reflejos.

lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Feliz Año Nuevo!

Un año que se acaba, otro año que comienza, lleno de ilusiones y de proyectos, algunos se verán frustrados, otros llegarán a buen puerto, pongamos las miras en estos últimos y entremos con buen pie e ilusiones... Es también época de hacer balance y agradecimientos y debo decir que la experiencia como bloguero ha sido más que satisfactoria tanto literaria como personalmente. Aparte de hacerme con maravillosas recomendaciones, el contacto casi a diario con vosotros es, sin duda, lo mejor que me llevo y como soy de naturaleza optimista, sólo pido un deseo cibernáutico "Este año más y mejor y si no me conformo con lo mismo"

Ya sabéis que este año he encontrado a los cuatro ases de la literatura del 2012, cuatro autores que comparten la extraña coincidencia de no haberme sido presentados, quizás, de la manera más apropiada y que, una vez que he indagado en su obra, se han convertido en referentes literarios que me acompañarán para siempre en lecturas, relecturas y sobre todo en la vida, por todo lo que me han enseñado

Roberto Bolaño.

Sólo conocía a este autor por un par de relatos que había encontrado en alguna revista literaria. Recuerdo que alguien de mi entorno calificó su prosa como "una verborrea sin sentido" pero gracias al Café Literario pude sacar mis propias conclusiones después de la lectura de cuatro de sus novelas: Los detectives salvajes, Amuleto, 2666 y Estrella distante. Su personaje, Arturo Belano, es uno de los más fascinantes que he encontrado este año y su prosa de las más llamativas. Si yo fuera escritor, quizás sería Bolaño el mentor que me autoasignaría.

Clarice Lispector

De los cuatro, la más cercana y también la más lejana. Cercana por su envolvente intimismo, característica que se repite en los autores que más me han influenciado en mis lecturas desde la niñez y lejana por su no-estilo y su heterogenia. Una maravillosa escritora a la que me lancé cuando me di cuenta de que las impresiones que tenía sobre su primera obra, que tanto me llamó la atención y que un amigo lector echó a los pies de los caballos coincidían en realidad con un genial artículo que recuperó @gancedo. Leí Cerca del corazón salvaje, La pasión según G.H., La hora de la estrella. Aprendizaje o Libro de los placeres y La manzana en la oscuridad. Libros que se leen por dentro y que cambian algo en el lector, después de leerlos muté, aprendí y volví a expandir mis sentidos sobre lo que percibía para interiorizarlo como Lispector me ha enseñado.




Herta Müller

Una escritora, sin adjetivos, quizás el más conveniente para calificarla sea hipnótica. Junto a Gonçalo M. Tavares quizás la mejor escritora contemporánea con la que me he encontrado. Tramas duras, áridas, un tono de denuncia alto y claro y una prosa personalísima que serpentea y se insinúa y que evoca imágenes de las que solo ella sabe la fórmula. La bestia del corazón es sin duda uno de los mejores libros del año, a los que siguieron En tierras bajas, El hombre es un gran faisán en el mundo y Hoy hubiera preferido no encontrarme a mí misma, esta última pendiente de reseña inmediata.





Kurt Vonnegut

¡Un genio! Una mente privilegiada solo superada por el talento. Me hice bokonnonista este año, viajé por el espacio, conocí a los Tralfamadorianos, aprendí palabras vonnegutianas que engloban conceptos para los que hasta ahora necesitaba alguna que otra paráfrasis, me hice muchas preguntas sobre la existencia, la sociedad actual, la vida en general y cuando estaba a punto de hundirme Vonnegut me dio una palmadita en la espalda y con su habitual sentido del humor, me dijo ¡Así sea! Esta vez tomaré el tono reivindicativo de las reseñas pero para alguien como yo, que había leído sólo a Asimov, Vonnegut se ha convertido en un imprescindible. Matadero Cinco, Las sirenas de Titán, Cuna de gato y Barbazul son muestras de su genialidad.






Y no me puedo olvidar, aunque no pueda encuadrar su descubrimiento a este 2012, de Cormac McCarthy, más que un escritor para mí, un genio, un referente. Me ha enfadado, me ha frustrado, me ha hecho pensar, querer salir corriendo, he disfrutado, me he reído, en definitiva, he sentido. Ha sido el autor que más he leído y reseñado y también del que más debates han surgido con mis amigos los malditos McCarthianos... y pensar que me podría haber quedado perdido en La Carretera. Después vinieron el genial La oscuridad exteriorMeridiano de sangre, Suttree y Sunset Limited, que aparecerán reseñados a lo largo de los próximos meses junto a una conjunta ya planeada, El guardián del vergel.



No me gusta plantearme retos, sé que rara vez los cumplo aunque sí me he propuesto cuáles van a ser los libros de obligada lectura este año, los que no se quedarán en la estantería hasta el 2014. Aquí va una pequeña lista por si os animáis

- La trilogía estadounidense de John Dos Passos
- Suite francesa de Irene Nemirovsky
- Un viaje a la India, de Gonçalo M. Tavares
- No es medianoche quien quiere, de Lobo Antunes
-Las novelas que me faltan de Stephan Zweig haciendo caso a Marilú
-La broma infinita, de David Foster Wallace
-La obra de Carson McCullers, le hago caso a Norah Bennett
-Vida y destino, de Vassily Grossman
-Hambre de Knut Hansum
- Intentaré leer más literatura española.
-.Intentaré hacer más entradas de cine, música y series
...................... miles de proyectos e ilusiones.

Y lo dicho, Feliz Año lleno de alegría y de lecturas. Un abrazo a todos

lunes, 24 de diciembre de 2012

Un recuerdo navideño, de Truman Capote


"Y esa es la razón por la que, al atravesar el campus sigo mirando al cielo como si esperara ver, como si fueran corazones, dos cometas perdidas elevándose en el firmamento"

No hay una Navidad en la que no regrese, de la mano de Truman Capote, al sur de los Estados Unidos, a Alabama, para volver a disfrutar de este relato corto tan lleno de sentimiento y honestidad. Se lo comentaba a @MientrasLeo, en su blog, en la entrada en la que nos presentaba el Cuento de Navidad de Charles Dickens como uno de los clásicos imprescindibles de temporada. No sé si será porque esta época nos toca de lleno la sensibilidad; pasamos más tiempo con la familia recordando momentos compartidos en la niñez, pensando en los que ya no están, tomando conciencia del inexorable paso del tiempo marcado por el final del año... Por estos y por otros motivos una lectura acorde con los sentimientos se convierte en un rito más, que se repite, que se espera y que forma parte de la tradición. Por esto cada año acudo a la cita con un tomo ya muy gastado que contiene el genial relato Un recuerdo navideño,  de Truman Capote.




El relato "Un recuerdo navideño" puede
encontrarse en este volumen de
Anagrama.
Buddy es un niño de siete años que desembarca en el hogar de unos parientes lejanos en Alabama. SuBuddy representa la infancia del autor), no consigue adaptarse, sus parientes lejanos, tíos y primos son severos, estrictos y muy religiosos, Buddy pasa mucho tiempo solo hasta que traba amistad con una de sus primas lejanas, una excéntrica y alocada mujer de cierta edad que dará pie a una bellísima historia de cariño entre los dos. Relegados por el resto de parientes, los dos esperan con impaciencia la Navidad, un periodo que disfrutan especialmente y en el que invierten el poco dinero que han ido ahorrando a lo largo del año. Compran todos los preparativos necesarios para hacer pasteles de fruta y regalarlo a conocidos- incluso tratan de enviarle también al presidente Roosevelt. Las condiciones de vida en la época de la Depresión y sobre todo en el medio rural sureño no son fáciles, los ingredientes difíciles de conseguir. Aun así logran abstraerse de las visicitudes y disfrutar de cada momento juntos. Caminan durante horas hasta encontrar el abeto perfecto para hacer de árbol de Navidad y van acumulando recuerdos que muy difícilmente se borrarán de su memoria. El relato presenta un contraste brusco marcado por uno de estos periodos navideños en el que el padre de Buddy decide que éste pase la Navidad con él en Nueva Orleans pero ya Buddy ha cambiado y no se deja impresionar por el esplendor de los regalos que su padre le ofrece mirando a través de los cristales de una tienda en la gran ciudad. El bien más preciado de Buddy será una cometa fabricada a mano por su prima coincidiendo Buddy en su regalo para ella. Mientras los demás miembros abren sus regalos, mucho mejores, en calidad material, que los que tienen preparados para estos dos primos que relegan, Buddy y su prima saldrán a volar las cometas que se convertirán en los objetos que avivarán los recuerdos una vez que Buddy tenga que marcharse a estudiar lejos.
padre, un hombre más dado a los placeres de la vida que a asumir la responsabilidad y la educación de su hijo y su madre, una mujer totalmente ausente así lo deciden. Buddy, procedente de Nueva Orleans (una de las referencias que aclaran que

Es un relato de lectura rápida capaz de tocar la fibra sensible de una forma perdurable. El tema principal, aparte del recorrido biográfico por la infancia del autor versa sobre la verdadera importancia de las pequeñas cosas y el valor de la amistad sin condiciones. Las pequeñas aventuras que protagonizan los dos primos parecen ir acompañadas de una felicidad que se desprende de las páginas y que contrasta con el gris absoluto de la situación en un ambiente hostil.

Existe una genial versión para la televisión, un episodio de la serie ABC Stage protagonizado por Geraldine
Page y con la voz en off del mismo Truman Capote y un film también para televisión, no tan genial  pero también muy recomendable, sobre todo por la puesta en escena  y por la fidelidad a la historia. Recomiendo que leáis este relato durante esta época, es todo un clásico que os llegará muy adentro y puede que os suceda como a mí, que os acordéis de él cada año cuando empiezan a encenderse las primeras luces navideñas

¡Feliz Navidad!

lunes, 17 de diciembre de 2012

Las sirenas de Titán, de Kurt Vonnegut

"No me gusta la ciencia-ficción" - me suelen decir a menudo, a lo que suelo contestar que no es tampoco mi género favorito. He tardado en publicar esta reseña, que llevaba tiempo fraguándose por el temor que me infunden los comentarios negativos sobre el género. Perdonad si de nuevo empiezo una reseña en tono reivindicativo. Cuando Kurt Vonnegut se erigió como icono literario, la novela de ciencia-ficción más pulp estaba en pleno auge. Por ello y por alguna razón más, hay quien no reconoce la valía de este genio que usa la ciencia-ficción como excusa para tratar temas trascendentales de toda índole, temas que nos interesan a todos y que, sorprendentemente, y como si un visionario los hubiera vaticinado, siguen estando en plena vigencia, aunque trataremos de eso luego. Naves espaciales, extraterrestres, batallas interestelares, sí... encontraremos eso y también muchísimo más. Abrochaos bien fuerte los cinturones porque viajaremos por el espacio y llegaremos tan lejos como hasta Titán.

"Lo peor que le podría pasar a alguien es no ser usado para nada por nadie. Gracias por usarme incluso si yo no quería que me usaran"

Rumfoord es un rico hombre de negocios, casado con Beatrice y dueño de un perro, Kazak, con el que viaja por todo el espacio hasta encontrar un punto donde el espacio y el tiempo quedan anulados, el infundibulum cronosinclástico, que le permite estar, en un mismo instante, además de en el presente, en el pasado y en el futuro. Vonnegut lo define como "aquel lugar donde encajan todas las verdades". Cada viaje al interior del infundibulum cronosinclástico, como es de esperar, dota a Rumfoord de una sapiencia superior. Malachi Contant es un rico heredero con inmensa suerte empresarial que atribuye a los consejos de su fallecido padre, que levantó una compañía de éxito consultando decisiones sociales siguiendo un ritual supersticioso en una Biblia. Salo es un Tralfamadoriano, véase Matadero Cinco que se encuentra con Rumfoord durante uno de los viajes interestelares de este y que ha abandonado su planeta en pos de una misión y que lleva un mensaje que Rumfoord no conoce y  desea saber a toda costa. Los Trafalmadorianos, diferentes a los que aparecen en otras novelas de Vonnegut, tienen la potestad de incluso cambiar la historia humana si alguna ocasión lo requiere, en este caso, la producción de una pieza que necesita Salo para seguir con su misión por el espacio.

La trama se complica, siguiendo la máxima de Vonnegut "cada nueva línea debe hacer avanzar la narración" Rumfoord, al conocer el futuro, se convierte en un líder a seguir, muy similar a los predicadores protestantes que aparecen en televisión y que son líderes de masas, sus predicciones sobre el futuro, que él ya ha vivido, son infalibles lo que le lleva a crear la Iglesia de los Indiferentes en la Tierra después de una guerra con Marte.  Malachi Constant y Beatrice, esposa de Rumfoord, son obligados a viajar a Titán y a engendrar un hijo, Crono, que tomará protagonismo al final del libro. El poder de manipulación de Rumfoord no conoce límites y Malachi Constant sufrirá las inesperadas consecuencias.

En este esbozo es fácil reconocer el estilo de Vonnegut, una fuerte crítica social a los líderes que nos manipulan, que nos desproveen de nuestro libre albedrío o que se autodesignan para decidir nuestro destino, encarnados en Rumfoord, una crítica mordaz al capitalismo y a la religión, ridiculizados ambos resaltando su mal uso y sus nefastas consecuencias, todo aderezado con un sentido del humor incomparable que nos hará reír en muchas ocasiones por el uso de la ironía, el sarcasmo y las exageraciones. En la novela, nada es lo que parece, puede resultar que Salo, un robot, sea capaz del canto de amistad más profundo que hayáis leído en mucho tiempo o que nos encontremos con nuestro verdadero ser, con lo que no sabemos que contenemos, en otro espacio y en otro tiempo y bajo otro nombre.

Quizás os intriguen estas dos últimas reflexiones, puede que queráis saber cuál es el mensaje trascendental que lleva Salo a través del espacio, puede que queráis también saber qué o quiénes son las sirenas de Titán. Para ello os recomiendo que viajéis en esta nave, a través de esta obra que el genial Vonnegut esbozó en apenas una noche. En un tono algo pesimista pero cargado de mucho humor encontraréis preguntas y respuestas existenciales y filosóficas que continúan preocupándonos hoy en día. Dicho esto, si alguno se empeña, aún estando equivocado, a reducir la obra de este genial escritor a mera ciencia-ficción "así sea"

lunes, 10 de diciembre de 2012

Jerusalen de Gonçalo M. Tavares

"El hombre verdaderamente sano pasa la mayor parte de su vida intentando buscar, al igual que un niño, lo que siente que le falta porque vive con un sentimiento de pérdida constante y esta sensación se confunde fácilmente con la de ser objeto de un robo, con la sensación de que alguien le ha robado algo muy importante, una parte de su propio ser, una parte que, por mor de la discusión, llamaremos espiritual"

Una vez más, Gonçalo M. Tavares enfoca una luz sobre la especie humana y se sienta enfrente para contemplar las sombras, para describirlas centrándose en lo más sombrío y perturbador del alma humana, el lado que escondemos, que intentamos ocultar, el lado con el que nunca nos reconciliaremos. En esta ocasión lo hace a través de la enfermedad, de la locura, de los recovecos de la mente y de como ésta nos juega pasadas. Jerusalén pertenece a la serie de "Libros Negros", es el tercer libro de una tetralogía llamada "El Reino", compuesta por Un hombre: Klaus Klump, La máquina de Joseph Walser, Jerusalén  Aprender a rezar en la era de la técnica.
No es de extrañar que el negro sea el color predominante en la mayoría de las ediciones publicadas de esta serie, Tavares tiñe de este color la lectura, provocándonos una cierta angustia existencial, una voluntad frustrada de comunión con las sombras del alma, un intento por comprender lo que a toda costa callamos.

La estructura de Jerusalén no es completamente líneal, hay numerosos saltos en el tiempo, varios personajes principales cuyas vidas confluyen en el mismo lugar y en el mismo día, un 29 de mayo por la mañana. La manera en que Tavares nos presenta a los personajes es clave en la obra, no podemos más que seguir leyendo una vez que conocemos los primeros detalles: Ernst está a punto de saltar por una ventana cuando suena el teléfono, "una, dos, tres [...] nueve, diez veces, al otro lado del hilo se encuentra Mylia, una mujer joven con una enfermedad terminal "que sólo un milagro podría salvar" y cuyo único consuelo son los dolores del hambre. Los dos tienen en común haber sido ingresados en la clínica psiquiátrica Georg Rosemberg, Ernst, hasta lo que sabemos, de motus propio y Mylia por su marido, Theodor Busbeck, prometedora mente científica que prepara una tesis innovadora para llegar al nivel de eminencia de su padre Thomas Busbeck. Un niño con un defecto congénito en las piernas y problemas de dicción ,nacido en el psiquiátrico, Kaas Busbeck, fruto de la relación entre Mylia y Ernst, supondrá el declive de los personajes a priori sanos. Al grupo de protagonistas se unirán Hanna, una prostituta cuyos servicios son requeridos por Theodor y por Hinnerk, un ex militar de aspecto siniestro y de ideas criminales. El director del centro geriátrico, Gomperz y el abogado de Theodor, Krauss pondrán, desde su elevada posición en tela de juicio los valores morales.

La novela es por lo tanto de corte existencial, la mente humana, la moralidad, el lado oscuro del alma se unen a la digresión filosófica centrada en las teorías de Theodor para su proyecto, un estudio del pasado, presente y futuro del mal, sus consecuencias y su posible neutralización.

Gonçalo M. Tavares
Se trata de una lectura,a priori, no demasiado complicada aunque la comprensión total y las referencias que se escinden son  más profundas y tortuosas. Encontraremos numerosas referencias bíblicas, incluso citas, un salmo se repite a lo largo de la trama "Si me olvido de ti, Jerusalén, que se seque la mano derecha"  con un significado clave y rotundo. El libro está escrito con la intención de  hacernos comprender que nos vemos, sin remedio, abocados a asumir el papel de víctima y el de verdugo al mismo tiempo aunque no tengamos plena o parcial conciencia de ello.

Esta vez me arriesgaré con la recomendación. A pesar de faltarme aún mucho por leer de este genial escritor portugués me aventuro a recomendar su obra sin tapujos y abiertamente advirtiendo siempre de la dureza del argumento. Creo además que este libro, el primero de su obra para muchos lectores, entre los que me encuentro es un exponente claro de la mejor literatura que se está escribiendo en estos momentos